La Declaración Patrimonial es un aspecto fundamental en la gestión de las finanzas personales y el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Este documento busca arrojar luz sobre la importancia de la declaración patrimonial y cómo un análisis exhaustivo puede ayudar a evitar contingencias fiscales futuras. Además, te mostraremos por qué este proceso va más allá de la simple presentación ante las autoridades y cómo puede servir como una herramienta valiosa para la planificación financiera personal, especialmente en la declaración patrimonial para el SRI del 2022.

¿Es importante la Declaración Patrimonial?

El ejercicio de revisión y análisis del patrimonio de una persona natural debe ir más allá del mero cumplimiento de la obligación formal con la autoridad tributaria. Enfocarse únicamente en este aspecto puede dejar de lado temas que requieren de un análisis más profundo y cuya falta de revisión puede generar diferencias que lleven a contingencias tributarias a futuro.

¿Por qué creemos que la importancia no radica en la presentación?

El patrimonio de la mayoría de las personas con alto poder adquisitivo se concentra en tres tipos de activos: 1) Acciones o derechos representativos de capital, 2) activos financieros y 3) bienes inmuebles. Estos activos son fácilmente rastreables sin necesidad de que el contribuyente presente una declaración patrimonial. Basta con que el SRI revise localmente las bases de datos de la Superintendencia de Compañías, Superintendencia de Bancos y del Registro de la Propiedad para poner en evidencia los activos más importantes dentro del país.

En este sentido, presentar o no la declaración patrimonial como mecanismo para ocultar el patrimonio y/o evitar el pago de algún tributo asociado a este no tendría mayor utilidad, siempre que los activos estén concentrados en los rubros antes señalados.

Entonces, el verdadero trabajo en cuanto a la elaboración de una declaración patrimonial se sustenta en algunos aspectos que a continuación vamos a detallar:

  1. Análisis de valoración de los activos y pasivos que deben declararse.
  2. Evaluación de los cambios acaecidos en el patrimonio actual en relación a los contenidos con el año anterior, tanto en aquellos rubros que incrementan el valor del patrimonio (aumentos de activos o disminución de pasivos) como aquellos que lo reducen (disminuciones de activos y aumentos de pasivos).
  3. Entendimiento claro del origen de los incrementos/decrementos del patrimonio derivado de rentas, ya sea de rentas del trabajo (sueldos, honorarios, rentas empresariales, rentas agrícolas, servicios, etc.) o de rentas provenientes del capital (dividendos, arriendos, rendimientos financieros, regalías, etc.).
  4. Entendimiento claro del origen de los incrementos/decrementos del patrimonio derivado de las ganancias de capital (revalorización o enajenación de activos), ya sea de activos productivos o improductivos.

Este ejercicio no solo será válido a efectos de cumplir con la obligación formal de presentación de la declaración patrimonial ante el SRI, sino también como un ejercicio valioso para cuantificar y evaluar estrategias de manejo de patrimonios personales. Así, podrás analizar rendimientos, plusvalías y cualquier otro aspecto derivado de la tenencia de activos o de pasivos.

Conclusión:

La Declaración Patrimonial es un componente crucial en la planificación financiera personal y el cumplimiento de responsabilidades fiscales. En lugar de verla únicamente como una obligación ante las autoridades, es fundamental entenderla como una herramienta de análisis y gestión de nuestros activos y pasivos. Al abordar este proceso de manera exhaustiva y estratégica, podemos evitar contingencias tributarias futuras y tomar decisiones informadas para proteger y hacer crecer nuestro patrimonio.